Tren Lima-La Libertad: ¿cómo podría dinamizar la economía?

TRUJILLO (Perú), La construcción del ferrocarril para el Tren del Norte es una obra clave en la modernización de la infraestructura nacional, con el potencial de dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida de millones de peruanos. En su primera etapa, el proyecto cubrirá 1,200 kilómetros, conectando los departamentos de Lima, Áncash y La Libertad. En una segunda fase, se extenderá hacia Lambayeque y Piura, fortaleciendo aún más el comercio interregional, el turismo y la movilidad de las personas.
El tren está diseñado para transportar tanto pasajeros como productos, lo que permitirá optimizar la logística de bienes agrícolas, industriales y turísticos. Vale destacar que, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), 863 mil pasajeros viajaron entre Lima y Trujillo por vía aérea, y 854 mil, entre Lima y Chiclayo en 2023.
“Al conectar áreas clave para el comercio, el turismo y la industria, este proyecto fortalecerá el mercado interno y abrirá nuevas oportunidades económicas para todos los sectores”, señaló Carlos León, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES). Según el especialista, el ferrocarril también fomentará la creación de empleo, atraerá inversiones y aumentará la productividad. “A este conjunto de efectos positivos lo conocemos como dinamización de la economía”, explicó.
La infraestructura de transporte es crucial para el desarrollo
Diversos estudios han señalado la importancia de la infraestructura en el desarrollo económico y humano. En países en desarrollo, se ha demostrado que los ferrocarriles, aeropuertos y carreteras han mejorado la movilidad y contribuido positivamente al desarrollo económico mediante un tránsito eficiente de bienes y de personas entre las áreas rurales y urbanas.
“Con una buena infraestructura de transporte, los trabajadores tienen acceso a más trabajos; las personas enfermas, a hospitales; y los estudiantes a escuelas y universidades. En general, un sistema eficiente se traduce en una mejor calidad de vida, pues aumenta el acceso a oportunidades, reduce el tiempo de traslado y promueve la salud y el bienestar”, señaló Carlos León de REDES.
A pesar de su importancia, el Perú enfrenta grandes desafíos en este ámbito. Según el Reporte de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, nuestro país ocupa el puesto 97 de 141 en el indicador Infraestructura de Transporte, muy por debajo de países como México (puesto 51) y Chile (puesto 54). Esta brecha evidencia la necesidad de mejorar nuestro sistema de transporte para impulsar la competitividad a nivel regional.
“Es fundamental destinar recursos al transporte para impulsar el desarrollo económico en las regiones. No obstante, el resultado de estas inversiones depende, en gran medida, de la eficiencia de nuestras instituciones, la transparencia de los procesos, y la idoneidad de nuestras autoridades. Si estas condiciones no se cumplen, las obras pueden demorar más en materializarse, y podemos perder valiosos recursos a través de la corrupción”, señaló León.
Actualmente, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) gestiona la construcción del tramo de ferrocarril Lima – Barranca, obra que está aún en estudios de preinversión. Sin embargo, se espera que en los próximos meses, la empresa encargada entregue los estudios y comience la etapa de ejecución. Por otro lado, se estima que el tramo Barranca – Trujillo requerirá una inversión de 4 mil 941 millones de soles, aunque la duración de la obra todavía no ha sido definida.