
LIMA (Perú).– En un salto sin precedentes, Perú exportó más de 135,000 toneladas de arándanos entre mayo y septiembre de 2025, lo que representa un crecimiento del 92,9 % frente al mismo periodo del año anterior, informó hoy el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA). Este explosivo incremento proyecta que, de mantenerse el ritmo, la campaña 2025-2026 superaría las 400,000 toneladas exportadas, consolidando al país como el máximo proveedor mundial del llamado “oro azul peruano”.
Auge y dominio mundial
El “oro azul peruano” no es solo un calificativo: se ha convertido en el producto agroexportador estrella del país, con presencia en 38 destinos internacionales. Actualmente, el 83 % de los envíos se concentra en Estados Unidos, Países Bajos y China, mientras que Bolivia e Indonesia ingresaron recientemente como nuevos destinos de exportación. Y Perú va por más: ya está trazando rutas comerciales hacia Vietnam, Nueva Zelanda y Japón, buscando extender su influencia en Asia y Oceanía.
Certificaciones e impulso regional
Hasta la fecha, el SENASA ha certificado 22 000 hectáreas de cultivos y 83 plantas empacadoras, respaldando una infraestructura exportadora robusta. Los principales polos productivos se encuentran en La Libertad (45 %), Lambayeque (27 %) e Ica (15 %), mientras que Lima, Áncash, Piura, Moquegua y Arequipa, en conjunto, aportan el 13 % restante. Este desarrollo regional refleja un despliegue territorial creciente del sector, que ya no se limita solo a las zonas tradicionales.
Variedades, innovación y liderazgo global
De las 65 variedades de arándano que se cultivan en el país, solo nueve concentran el 80 % de la producción, destacándose Ventura, Biloxi, Sekoya Pop, Rocío, Mágica, Atlasblue, Emerald, Rosita y Sekoya Beauty. Este enfoque en unas pocas variedades de alto rendimiento reafirma la apuesta por la calidad e innovación agrícola.
Hoy, Perú ostenta una participación cercana al 31 % del mercado mundial de arándanos, muy por encima de Chile, España y Marruecos (cada uno con aproximadamente 8 %). Esta cifra lo posiciona como líder indiscutible en la “revolución del super fruto”.
Riesgos y desafíos por delante
Aunque el panorama es extraordinario, el camino no estará exento de obstáculos. La creciente demanda mundial exige cuidados fitosanitarios intensos, vigilancia técnica para evitar plagas y enfermedades, y una logística de exportación eficiente.
Asimismo, la apertura hacia nuevos mercados como Japón, Vietnam y Nueva Zelanda requerirá negociaciones sanitarias exigentes y estándares de calidad aún más altos.
Pero si todo marcha según lo proyectado, en pocas campañas Perú no solo habrá superado la barrera de las 400 000 toneladas sino que habrá consolidado su dominio global del arándano, transformando el “oro azul” en uno de los principales emblemas de su política agroexportadora.