TRUJILLO (Perú) En un ambiente de fe, alegría y profundo recogimiento espiritual, un total de 100 jóvenes de la parroquia San José, ubicada en el Centro Poblado El Milagro, recibieron el Sacramento de la Confirmación de manos del Arzobispo de Trujillo, Monseñor Alfredo Vizcarra Mori, S.J.
La ceremonia, celebrada con gran devoción, marcó un momento especial para la comunidad parroquial, pues coincidió con la primera visita pastoral del Arzobispo a este populoso sector, donde fue recibido con muestras de afecto, gratitud y esperanza por parte de los fieles y, especialmente, por los jóvenes confirmandos.
Previo al rito, los candidatos fueron presentados ante el prelado, testimoniando su formación espiritual y catequética de casi un año, período durante el cual se prepararon con esmero para recibir este sacramento que los consagra como testigos valientes de Cristo y los fortalece con los dones del Espíritu Santo.
Durante su homilía, Monseñor Vizcarra expresó su cercanía y compromiso pastoral con la comunidad:
“Muchas gracias por este recibimiento, me siento honrado. Para mí no es una obligación venir, lo hago con mucho gusto porque soy su pastor, porque soy su Obispo, y quiero estar con ustedes en la medida de mis posibilidades”, manifestó emocionado.
El acto litúrgico, acompañado por padrinos, madrinas, padres de familia y seres queridos, revistió un carácter solemne y profundamente simbólico. En el momento central, el Arzobispo realizó los dos signos esenciales del Sacramento de la Confirmación: la imposición de manos y la unción con el santo Crisma, siguiendo la tradición apostólica de la Iglesia.
Como muestra del cariño y gratitud de la comunidad, al finalizar la Eucaristía se hizo entrega a Monseñor Vizcarra de una oveja como símbolo del rebaño que pastorea, gesto que fue recibido con alegría por los presentes.
La parroquia San José agradeció públicamente la visita pastoral del Arzobispo, destacando el valor de su presencia como signo de unidad y fe renovada para toda la feligresía. Asimismo, se reconoció la labor de los jóvenes catequistas, quienes asumieron con compromiso y entrega la preparación espiritual de los nuevos soldados de Cristo.
Con esta celebración, la comunidad sanjosefina reafirma su compromiso de seguir formando jóvenes fortalecidos en el Espíritu Santo, comprometidos con su fe y con el servicio al prójimo.
