En el sector educación, actualmente existe una brecha de infraestructura de 152 mil millones de soles, un dato que resulta preocupante ante la llegada del Fenómeno El Niño en los próximos meses.
Gustavo Meza, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), señala que es importante que el Estado pueda trabajar en la ejecución de estos recursos a fin de proteger la infraestructura e integridad de todos los estudiantes de nuestro país, garantizando el acceso a la educación.
LIMA (Perú). En medio de los esfuerzos por impulsar el desarrollo nacional a través de la educación, se ha evidenciado una inquietante brecha de infraestructura en este sector clave. La cifra es impactante: una disparidad de 152 mil millones de soles se interpone en el camino hacia una educación de calidad en el país. La situación es particularmente grave en el norte peruano, donde más de 3,000 instituciones educativas exigen ser reemplazadas para alcanzar niveles adecuados de infraestructura.
La preocupante realidad cobra aún más relevancia con la amenaza inminente del fenómeno El Niño, recordando los estragos causados por el El Niño Costero en 2017, que afectó gravemente la infraestructura de 1,579 instituciones educativas.
La denominada «brecha de infraestructura educativa» alude a la discordancia entre las instalaciones existentes y las necesidades físicas requeridas para ofrecer educación de alta calidad. Contrario a lo esperado, los datos proporcionados por el Ministerio de Educación (Minedu) indican que esta brecha no solo persiste, sino que ha aumentado con el paso de los años. Hasta el año 2023, se identificó un presupuesto no ejecutado de 152 mil millones de soles, lo que se traduce en un aumento del 50% en un lapso de apenas cuatro años. Estos números son una llamada urgente para invertir más de 150 mil millones de soles en infraestructura educativa con el objetivo de nivelar la calidad y la disponibilidad de las instalaciones.
La región de Lima Metropolitana destaca por albergar la mayor brecha en infraestructura educativa a nivel nacional. Se estima que se requieren 14,995 millones de soles para llevar la infraestructura a niveles óptimos. Sin embargo, las regiones del norte, altamente vulnerables ante los embates del fenómeno El Niño, también están afectadas por importantes deficiencias en infraestructura educativa. Piura, por ejemplo, demanda una inversión de 8,953 millones de soles, mientras que La Libertad, Lambayeque y Tumbes requieren 7,866 millones, 3,719 millones y 953 millones de soles, respectivamente. Es paradójico que estas regiones, a pesar de poseer notables recursos, continúen experimentando una falta alarmante de infraestructura.
Ante la mencionada situación, el economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), Gustavo Meza informa que más de 30,000 colegios a lo largo del país necesitan una reconstrucción completa de su infraestructura. La región de Cajamarca encabeza esta preocupante lista con 4,633 colegios (73% del total), seguida por Puno con 2,680 (67% del total), Cusco con 2,029 (66% del total) y Junín con 1,917 (57% del total).
En las regiones del norte, particularmente vulnerables ante el embate del fenómeno El Niño, también se presentan brechas considerables en infraestructura educativa. Un ejemplo palpable es Piura, que registra 1,554 colegios (46% del total de colegios) que necesitan ser reemplazados, mientras que La Libertad reporta 1,371 colegios (52% del total), Lambayeque 477 colegios (38% del total) y Tumbes 88 colegios (24% del total). La premura de esta sustitución radica en su incapacidad para soportar las intensas lluvias e inundaciones, lo que expone la seguridad de los estudiantes a un riesgo innecesario.
A este escenario desafiante se suma la carencia de servicios básicos, como agua potable, desagüe y electricidad, empeorando la situación de la infraestructura escolar. Datos del Minedu revelan que regiones como Loreto (6.1%), Ucayali (11.6%) y Cajamarca (16.8%) presentan los porcentajes más bajos de colegios con acceso a estos servicios esenciales. La situación no es mucho mejor en las regiones costeras del norte, con Piura (25.1%), Lambayeque (32.9%) y La Libertad (33.1%) teniendo menos de un tercio de sus colegios con acceso a estos servicios fundamentales.
La voz de Gustavo Meza resuena nuevamente, resaltando la importancia crítica de abordar estas deficiencias estructurales. Además, la UNESCO ha advertido sobre los posibles daños a la salud de los estudiantes debido a la falta de servicios básicos, lo que podría aumentar el ausentismo escolar y obstaculizar el progreso académico.
En respuesta a esta situación apremiante, el Gobierno ha anunciado una asignación de más de 67 millones de soles para garantizar la continuidad del servicio educativo en las regiones de Lambayeque, Piura y Tumbes, las más susceptibles ante el próximo fenómeno El Niño. Estos recursos se destinarán a labores de mantenimiento y prevención, incluyendo el fortalecimiento de techos, medidas anti-inundación y la limpieza de drenajes.
Para Meza es crucial que el Estado ejecute estos recursos de manera efectiva para preservar la integridad de la infraestructura educativa y de todos los estudiantes en el país. A pesar de ser un problema persistente, se requieren soluciones concretas, especialmente considerando la inminente llegada del fenómeno El Niño en los próximos meses. Garantizar el acceso a una educación de calidad es un derecho fundamental que debe protegerse en todas las circunstancias, subraya Meza, resaltando la urgente necesidad de tomar medidas proactivas.